En medio de la pandemia de covid 19, desde las multinacionales hasta la más trabajadora costurera de barrio producen los ahora populares tapabocas. Por ello, la Universidad de Edimburgo, en Escocia, realizó una serie de pruebas para determinar la utilidad de las distintas máscaras faciales que se están utilizando en el mundo.
Hay cubrebocas que son quirúrgicos, máscaras faciales, respiradores con filtros de gases, protectores y todos estos objetos tienen sus ventajas. Sin embargo, muchos de los estilos de las hechas a mano, no tapan boca y la nariz y, además de que son hechas con cualquier tela, presentan una falla: Aunque estas mascarillas impiden que la respiración fluya hacia adelante -lo que es un factor positivo- las partes laterales quedan descubiertas y por allí se escapa el 10% de la exhalación.
Los investigadores demostraron, utilizando luz infrarroja, que cuando se completa el proceso de respiración se producen fugas de gran alcance hacia un lado, arriba o abajo, lo que es, quiérase o no, un riesgo.
El SARS-CoV-2 fue descubierto en diciembre de 2019. Desde entonces ha tenido una curva ascendente que ha sido imparable. Actualmente el número de infectados en el mundo es de un poco más de 5 millones. Cerca de dos millones se ha recuperado.
Edición: Gustavo Enrique Bossio
Foto: mediotiempo.com